viernes, 6 de noviembre de 2020

Bendita sea tu pureza

 

Bendita sea tu pureza

y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea

en tan graciosa belleza.


 

A ti, celestial princesa,

Virgen sagrada, María,

te ofrezco en este día

alma, vida y corazón.

 

¡Mírame con compasión!

¡No me dejes, Madre Mía!






 

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