lunes, 14 de diciembre de 2020

Apostolado de la Oración


  2025       


Diciembre:

Por los cristianos en contextos de conflicto.

Oremos para que los cristianos que viven en contextos de guerra o conflicto, especialmente en Medio Oriente, sean semillas de paz, reconciliación y esperanza.

C.E.E. Por la concordia entre los hombres de todas las naciones, para que la celebración del nacimiento del Hijo de Dios impulse a los fieles cristianos a trabajar por instaurar en el mundo la paz que Cristo trajo con su venida.   


2026

ENERO

 Por la oración con la Palabra de Dios.

 Oremos para que la oración con la Palabra de Dios sea alimento en nuestras vidas y fuente de esperanza en nuestras comunidades, ayudándonos a construir una Iglesia más fraterna y misionera.

C.E.E. Por la unidad de los cristianos y el impulso del ecumenismo en nuestras diócesis, para que caminemos juntos hacia la plena comunión, fortaleciendo el diálogo y la colaboración mutua.

FEBRERO

Por los niños con enfermedades incurables.

Oremos para que los niños que padecen enfermedades incurables y sus familias reciban la atención médica y el apoyo necesario, sin perder nunca la fuerza y la esperanza.

C.E.E. Por la acogida y acompañamiento de las personas sin hogar y en situaciones de exclusión social, para que encuentren en nuestras comunidades un hogar y un signo vivo del amor de Cristo.

MARZO

Por el desarme y la paz.

Oremos para que las Naciones procedan a un desarme efectivo, particularmente el desarme nuclear, y los líderes mundiales elijan el camino del diálogo y de la diplomacia en vez de la violencia.

C.E.E.  Por los niños, jóvenes y adultos que están completando su Iniciación Cristiana, para que, dóciles al Espíritu Santo, encuentren su vocación y lleguen a ser miembros vivos de la Iglesia.

ABRIL

Por los sacerdotes en crisis.

Oremos por los sacerdotes que atraviesan momentos de crisis en su vocación, para que encuentren el acompañamiento necesario y que las comunidades los apoyen con comprensión y oración.

C.E.E. Por los enfermos y los que los cuidan, para que en la fragilidad de la enfermedad puedan descubrir la cercanía y ternura de Dios y la solidaridad de la Iglesia.

MAYO

Por una alimentación para todos.

Oremos para que cada uno, desde los grandes productores hasta los pequeños consumidores, se comprometa para evitar el desperdicio de alimentos y que todos tengan acceso a una alimentación de calidad.

C.E.E. Por las madres, especialmente las que afrontan la maternidad en situaciones difíciles, para que encuentren apoyo, respeto y acogida en la comunidad cristiana y en la sociedad.

JUNIO

Por los valores del deporte.

Oremos para que el deporte sea un instrumento de paz, encuentro y diálogo entre culturas y naciones y para que promueva valores como el respeto, la solidaridad y la superación personal.

C.E.E. Por los laicos comprometidos en la acción social y caritativa, para que sean instrumentos de justicia, paz y fraternidad en favor de quienes viven en situaciones de sufrimiento y de dificultad.

JULIO

Por el respeto de la vida humana.

Oremos por el respeto y la protección de la vida humana en todas sus etapas, reconociéndola como un don de Dios.

C.E.E. Por los trabajadores del campo y del mar, para que se reconozca y valore su dignidad y esfuerzo, y sean apoyados en sus necesidades materiales y espirituales.

AGOSTO

Por la evangelización en la ciudad.

Oremos para que, en las grandes ciudades, a menudo marcadas por el anonimato y la soledad, encontremos nuevas formas de anunciar el Evangelio, descubriendo caminos creativos para construir comunidad.

C.E.E. Por las familias, para que en este tiempo de descanso refuercen los lazos entre sus miembros y generen espacios de encuentro y comunión.

SEPTIEMBRE

Por el cuidado del agua.

Oremos por una gestión justa y sostenible del agua, recurso vital, para que todos tengan acceso equitativo a ella.

C.E.E. Por los catequistas y los educadores cristianos, para que, viviendo su vocación como un servicio, transmitan la fe y la esperanza en las comunidades cristianas con fidelidad y creatividad.

OCTUBRE

 Por la pastoral de la salud mental.

Recemos para que la pastoral de la salud mental se integre en toda la Iglesia, ayudando a superar el estigma y la discriminación hacia las personas con enfermedades mentales.

C.E.E. Por los misioneros y misioneras, para que su entrega generosa al anuncio del Evangelio sea sostenida por la oración y el compromiso solidario de toda la Iglesia.

NOVIEMBRE

Por el buen uso de la riqueza.

Oremos por un buen uso de la riqueza para que, no cediendo a la tentación del egoísmo, esté siempre al servicio del bien común y la solidaridad con los que tienen menos.

C.E.E. Por los ancianos y las personas mayores, para que reciban el reconocimiento y el cuidado que merecen, y sigan siendo testigos de fe y de sabiduría en nuestras familias y comunidades.

DICIEMBRE

Por las familias monoparentales

 Oremos por las familias que experimentan la ausencia de una madre o de un padre, para que encuentren en la Iglesia apoyo y acompañamiento, y en la Fe ayuda y fuerza en los momentos difíciles.

C.E.E. Por los que viven la Navidad en soledad o sin recursos, para que la luz del nacimiento de Cristo les brinde esperanza, consuelo y fraternidad.





 

 



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