martes, 15 de diciembre de 2020

Ven Santo Espíritu Veni Creator


Ven Santo Espíritu

 

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Amén.

Veni Creator

 

Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.

Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre; 
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.

Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.

Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.

Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos

Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos.

Amén.

 

Veni, Sancte Spíritus

Audio   

Veni, Sancte Spiritus
Veni, nostri cordium
Et emitte caelitus
Lucis tuae radium

Veni, pater pauperum
Veni, dator munerum
Veni, lumen cordium

Consolator optime
Dulcis hospes animae
Dulce refrigerium

In labore requies
In aestu temperies
In fletu solatium

O lux beatissima
Reple cordis intima
Tuorum fidelium

Sine tuo numine
Nihil est in homine
Nihil est innoxium

Lava quod est sordidum
Riga quod est aridum
Sana quod est saucium

Flecte quod est rigidum
Fove quod est frigidum
Rege quod est devium

Da tuis fidelibus
In te confidentibus
Sacrum septenarium

Da virtutis meritum
Da salutis exitum
Da perenne gaudium


Amén

 

Veni Creator Spiritus

Audio    

Veni Creator Spiritus
Mentes tuorum visita
Imple superna gratia
Quae tu creasti, pectora

Qui diceris Paraclitus
Donum Dei altissimi
Fons vivus, ignis, caritas
Et spiritalis unctio

Tu septiformis munere
Dexterae Dei tu digitus
Tu rite promissum Patris
Sermóne ditans guttura

Accende lumen sensibus
Infunde amórem córdibus
Infirma nostri corporis
Virtute firmans perpeti

Hostem repéllas longius
Pacemque dones protinus
Ductore sic te praevio
Vitemus omne noxium

Per te sciámus da Patrem
Noscamus atque Filium
Teque utriúsque Spiritum
Credamus omni tempore

Amén

           


SALVE REGINA

 

Salve, Regina, Mater misericordiae,

vita dulcedo, et spes nostra, salve.

Ad te clamamus, exsules filii Hevae,

ad te suspiramus, gementes et flentes,

in hac lacrimarum valle.

Eia, ergo, advocata nostra,

illos tuos misericordes oculos ad nos converte;

et Iesum, benedictum fructum ventris tui,

nobis post hoc exilium ostende.

O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria.

Amen.


REGINA COELI

 

Reina del cielo, alégrate, aleluya, 

Porque el Señor, a quien mereciste llevar, aleluya, 

Ha resucitado, según su palabra, aleluya.

Ruega a Dios por nosotros, aleluya. 


 Gózate y alégrate, Virgen María, aleluya. 

 Porque resucitó verdaderamente el Señor, aleluya.

  
 Oración 

 ¡Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado alegrar  al mundo! Concédenos, te rogamos, que por la  intercesión de su Madre, la Virgen María, alcancemos los gozos de la vida eterna. 
Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. 

Amén

 

Regína coeli laetáre,allelúia:

Quia quem meruísti portáre, allelúia:

Resurréxit, sicut díxit, allelúia:

Ora pro nóbis Déum, allelúia:


Gaude et laetáre, Virgo María. Allelúia.

R. Quia surréxit Dóminus vere. Allelúia.

 

Orémus:

Deus, qui per resurrectiónem Fílii tui Dómini nostri Jesu Christi mundum laetificáre dignátus es: praesta quaésumus ut per eius Genitrícem Vírginem Maríam perpétuae capiámus gáudia vitae. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum.

R. Amen.




lunes, 14 de diciembre de 2020

Apostolado de la Oración


  2025       

Abril:

Por el buen uso de las nuevas tecnologías.

Oremos para que el uso de las nuevas tecnologías no reemplace las relaciones humanas, respete la dignidad de las personas, y ayude a afrontar las crisis de nuestro tiempo.

C.E.E. Por los jóvenes y adultos que en esta Pascua recibirán los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, para que participen cada vez más plenamente en la vida y la misión de la Iglesia.

Mayo:

Por las condiciones del trabajo.

Oremos para que a través del trabajo se realice cada persona, se sostengan las familias con dignidad y se humanice la sociedad.

C.E.E. Por las familias cristianas, para que sean auténticas iglesias domésticas, escuelas de fe y de verdadero humanismo.

Junio:

Para crecer en la compasión en el mundo.

Oremos para que cada uno de nosotros encuentre consolación en la relación personal con Jesús y aprenda de su Corazón la compasión por el mundo.

C.E.E. Por el Papa, obispo de Roma y sucesor de Pedro, y por los pastores de las iglesias particulares, para que guíen y confirmen en la fe al Pueblo de Dios que se les ha encomendado.

Julio:

Por la formación para el discernimiento.

Oremos para que aprendamos cada vez más a discernir, saber elegir caminos de vida y rechazar todo lo que nos aleje de Cristo y del Evangelio.

C.E.E. Por los migrantes y todos aquellos que sufren la precariedad económica, para que encuentren con la ayuda de Dios y la solidaridad de todos, un camino de esperanza.

Agosto:

Por la convivencia común.

 Oremos para que las sociedades en que la convivencia parece más difícil no sucumban a la tentación del enfrentamiento por motivos étnicos, políticos, religiosos o ideológicos.

C.E.E. Por los cristianos, para que, con el testimonio de su vida y con su palabra, se conviertan en constructores de un mundo más humano y fraterno.

Septiembre:

Por nuestra relación con toda la creación.

Oremos para que, inspirados por San Francisco, experimentemos nuestra interdependencia con todas las criaturas, amadas por Dios y dignas de amor y respeto.

C.E.E. Por los sacerdotes, consagrados y laicos, que reemprenden las tareas pastorales al comienzo del nuevo curso, para que lo hagan con entrega renovada y espíritu apostólico.

Octubre:

Por la colaboración entre las distintas tradiciones religiosas.

Oremos para que creyentes de distintas tradiciones religiosas trabajemos juntos para defender y promover la paz, la justicia y la fraternidad humana.

C.E.E. Por la Iglesia en España, para que siga viviendo la inquietud misionera y alentando a quienes entregan su vida a la difusión del Evangelio.

Noviembre:

Por la prevención del suicidio.

Oremos para que las personas que están combatiendo con pensamientos suicidas encuentren en su comunidad el apoyo, el cuidado y el amor que necesitan y se abran a la belleza de la vida.

C.E.E. Por todos los creyentes, para que descubran y valoren la importancia de pertenecer a la Iglesia diocesana y se sientan corresponsables de sus necesidades.

Diciembre:

Por los cristianos en contextos de conflicto.

Oremos para que los cristianos que viven en contextos de guerra o conflicto, especialmente en Medio Oriente, sean semillas de paz, reconciliación y esperanza.

C.E.E. Por la concordia entre los hombres de todas las naciones, para que la celebración del nacimiento del Hijo de Dios impulse a los fieles cristianos a trabajar por instaurar en el mundo la paz que Cristo trajo con su venida.   



Ángelus

Ángelus




El Ángel del Señor anunció a María,

Y concibió por obra del Espíritu Santo.


Ave María.

 

He aquí la esclava del Señor.

Hágase en mi según tu palabra.


Ave María.

 

Y el Verbo se hizo carne.

Y acampó entre nosotros.


Ave María.


Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,

Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

 

Oración


Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.

   

Gloria...  Gloria... Gloria...